Sintonizacion en la Canalizacion Espiritual

sintonizar en la canalizacion espiritual
La Canalización de Mensajes de Luz

Cómo Sintonizo para Hacer una Canalización Espiritual: Una Experiencia Personal

Desde hace algunos años, he tenido la oportunidad de experimentar el mundo de la canalización espiritual, un proceso que me ha llevado a descubrir un universo más allá de lo que nuestros sentidos físicos pueden percibir. Muchos me preguntan cómo hago para sintonizarme y recibir mensajes de los seres espirituales. Hoy quiero compartir mi experiencia de manera personal, para explicar cómo vivo cada canalización y lo que sucede en mi mente durante este proceso.

El Momento de Sintonizar

Sintonizar para una canalización espiritual no es simplemente cerrar los ojos y esperar a que suceda algo mágico. Para mí, es un proceso que comienza mucho antes de que me siente a canalizar. Requiere preparación mental, emocional y energética. Antes de cada sesión, me aseguro de estar en un lugar tranquilo donde pueda estar en paz y sin distracciones. A menudo, realizo ejercicios de respiración profunda o meditación para calmar mi mente y abrirme a la recepción de mensajes.

En esos momentos, mi intención es clara: me dispongo a ser un canal puro y limpio para que los mensajes fluyan sin la interferencia de mis propios pensamientos o emociones. Siempre tengo una intención general para la sesión; a veces quiero saber sobre un tema específico o tengo preguntas en mente. Sin embargo, he aprendido que aunque yo tenga una intención, los seres espirituales tienen la suya propia, y rara vez coinciden exactamente con lo que yo espero.

La Aparición de los Mensajes

Una vez que estoy en ese estado de relajación y conexión, comienza lo verdaderamente fascinante: los mensajes empiezan a aparecer en mi mente. A menudo, se manifiestan como pensamientos o ideas que surgen de la nada, como si alguien estuviera hablando directamente en mi mente. Es una sensación única, porque aunque son pensamientos que pasan por mi cabeza, sé que no son míos. Se sienten diferentes, con una energía distinta y una urgencia que no puedo ignorar.

Cuando los mensajes empiezan a llegar, es como si se agolparan en mi cabeza con una fuerza imparable, todos queriendo salir al mismo tiempo. Es como si una compuerta se abriera y una avalancha de palabras e imágenes se precipitara hacia mí. Es un torrente de información que, a veces, puede ser abrumador.

En esos momentos, lo único que puedo hacer es permitir que los mensajes fluyan a través de mí. No intento analizarlos ni comprenderlos en ese momento; simplemente los dejo salir. Es como si me convirtiera en un puente entre dos mundos: el físico y el espiritual. Me siento como un canal, un medio por el cual la información fluye libremente.

El Despliegue de los Mensajes

Durante la canalización, los mensajes pueden tomar muchas formas. A veces son palabras claras y concisas; otras veces, son imágenes o símbolos que se despliegan en mi mente. En ocasiones, siento emociones muy fuertes que no son mías, sino del ser espiritual que está comunicándose. Hay veces en las que incluso puedo percibir aromas o sonidos que no tienen una fuente física evidente.

Es fascinante cómo los seres espirituales eligen sus palabras y cómo a menudo hablan de cosas que nunca habría esperado. Por ejemplo, puedo empezar una canalización esperando recibir información sobre mi carrera o mi salud, pero los seres espirituales deciden hablarme sobre mi vida emocional o mis relaciones. Al principio, esto me desconcertaba un poco, pero con el tiempo he aprendido a confiar en que ellos saben mejor que yo lo que es más importante en ese momento.

El Fenómeno de Olvidar

Una de las cosas más curiosas que me sucede durante las canalizaciones es que, al finalizar, a menudo no recuerdo lo que he dicho. Es como si durante el proceso mi mente consciente se apagara, y cuando vuelvo en mí, me encuentro con que todo lo que se ha dicho se ha desvanecido de mi memoria. Esta es una experiencia común para muchos canalizadores y, aunque puede parecer extraño, tiene su razón de ser.

Creo que este fenómeno ocurre porque durante la canalización, no estoy usando mi mente consciente. Estoy permitiendo que los mensajes fluyan a través de mí sin intervención, lo que significa que no estoy procesando la información de la misma manera que lo haría si estuviera hablando desde mi propio conocimiento o experiencia. Es como si mi mente se convirtiera en una pizarra en blanco, y cuando la sesión termina, esa pizarra se limpia.

La Sabiduría de los Seres Espirituales

A lo largo de mis años de canalización, he aprendido a confiar en la sabiduría de los seres espirituales. Aunque a veces me frustra no recibir respuestas directas a mis preguntas o que hablen de temas que no esperaba, he llegado a entender que ellos tienen una perspectiva más amplia. Ellos ven cosas que yo no puedo ver y entienden mi vida desde un nivel mucho más profundo.

He aprendido que cuando ellos deciden hablarme sobre algo diferente a lo que esperaba, es porque hay algo importante que debo saber o entender. A veces, es una lección que necesito aprender o una situación en mi vida que requiere atención. Otras veces, son mensajes de amor y apoyo, recordatorios de que no estoy solo y que siempre estoy siendo guiado.

Aprender a Soltar el Control

Una de las lecciones más grandes que he aprendido a través de la canalización es a soltar el control. Al principio, quería dirigir la sesión, tener todas las respuestas a mis preguntas y obtener lo que yo quería. Sin embargo, pronto me di cuenta de que la canalización no funciona de esa manera. Es un proceso de rendición, de dejar ir mis expectativas y confiar en que los mensajes que reciba son los que necesito en ese momento.

Esto no siempre es fácil. Como seres humanos, tenemos la tendencia a querer controlar todo y a buscar respuestas claras y directas. Pero en la canalización, como en muchas otras áreas de la vida, a veces lo que necesitamos no es lo que queremos, y lo que deseamos no es necesariamente lo que es mejor para nosotros. Aprender a confiar en el proceso y en la sabiduría de los seres espirituales ha sido una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida.

Reflexión Final

Canalizar mensajes espirituales es un regalo increíble, pero también es una responsabilidad. Cada vez que me siento a canalizar, me recuerdo a mí mismo que soy simplemente un vehículo para la sabiduría de otros, y que mi papel es ser lo más claro y puro posible. Agradezco cada oportunidad de conectar con lo divino y de compartir los mensajes que recibo, sabiendo que aunque yo no recuerde cada palabra, el impacto de esos mensajes puede ser profundo y transformador para aquellos que los reciben.

Si alguna vez te encuentras interesado en explorar la canalización, te animo a hacerlo con una mente y un corazón abiertos. Confía en el proceso, suelta el control y permite que los mensajes lleguen como deben. Nunca sabes qué sabiduría puede estar esperando para ser descubierta, y qué impacto puede tener en tu vida y en la de los demás.

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